20110905


Comienza septiembre, mi particular inicio de año.
Me siento dentro de un anuncio de IKEA ahora mismo.
Este verano ha sido de todo menos usual y tranquilo, y gracias a eso he podido ir dejando atrás un año increíble de la mejor forma posible y evitando el suicidio.

Festivales culpables de un desprendimiento abismal de adrenalina y de reencuentros bonitos y necesarios.
He descubierto a gente maravillosa y redescubierto a otra tanta.
He jugado con mis amigas de siempre, haciendo una regresión al pasado y al futuro, necesaria para seguir subsistiendo.
Somos conscientes de que, aunque sigamos jugando con las colchonetas dentro del agua durante horas, nos hacemos mayores... y ... de repente cae un peso enorme en el estómago.
Vamos formando nuestras vidas, pequeñas e independientes, y da vértigo.
Pero aquí estamos, contándonos las patas de gallo mientras nos echamos unas risas copazo en mano.

Ahora, amigos, toca organizar todo, dar el impulso que nos sirva para surfear el resto del año.
Horarios, trenes, sueño, despertadores con melodías que provienen del infierno, nuevos propósitos con un cigarro en la boca y kilos de más...

La distancia entre personas que hemos estado palpando estas semanas.
Es duro.

Va a ser un año muy extraño para mí, aunque todo siga igual, las cosas van evolucionando y el cambio es inevitable. Inminente. Amenazante. 
He sobrevivido a todo un año de surrealismo infinito.
Danzando entre nubes con los ojos abiertos y las pupilas dilatadas.
Organizar tu antiguo estilo de vida 2 años después es raro.
Me retroalimentaré.

Aún así algo me dice que va a ser guai.
El optimismo es lo último que se pierde, o yo que sé.
Os deseo un feliz 'No-nuevo año' a todos.
Espero compartirlo con muchos de los que aguanteis estos delirios.











No hay comentarios:

Publicar un comentario