20140514

EPISODIO IV

EPISODIO IV: La diversión ArquiTecnoTónica

Tocaba la parte de la chicha, la que más me gusta: la parte CREATIVA
Con todo el batiburrillo de ideas en la mente, el tiempo corría en mi contra, y necesitaba definir ¡YA! lo que se iba a hacer.

Todo debía tener su lógica.
Un buen proyecto es ese que está justificado de cabo a rabo.
Y no me podían cazar por ningún lado.

Así que me planté delante del papel y decidí ser racional por una vez en mi vida.

Ya que de creación de marca corporativa iba enfundado el proyecto, obviamente no podía desvincularme de la imagen que ya había creado [EPISODIO II]

Para generar una entidad potente, todo debía ir en consonancia, hasta el último detalle.
Cuando generas una marca, cada uno de sus elementos funcionan como un todo, un conjunto indivisible que es lo que la hace fácilmente reconocible.

Por eso debía tener en cuenta desde el logotipo creado, hasta su forma, sus colores, su esencia y, por su puesto, el fin al que iba destinado.

De este modo, puse el punto de partida al logo inicial:


Y lo desglosé. -Aunque la triangulación nunca ha sido lo mio-

Una vez triangulado, transformé los triángulos opacos en líneas.
La verdad, es que fue un proceso rápido y muy intuitivo.

 

Aplicándole, después, los colores corporativos previamente establecidos:




Obteniendo como resultado una serie de haces de luz de colores



Ahora faltaba el paso más importante: ver como esa idea podía materializarse sin perder su forma y significado.

Que fuera fácilmente reconocible.
Que la forma-colores-significado entrasen proyectados como un misil en la psicología de los ciudadanos, haciéndoles conocedores de la marca que se estaba generando, de forma inconsciente.

Muy bien, pero ¿Y EL MATERIAL?

Debía ser barato (ajustándose al presupuesto que tenía entre las manos),
capaz de generar la imagen buscada y de una forma llamativa, potente, cautivadora.
Que, además, fuera fácil de colocar.

Por un momento pensé que sólo un ente misterioso y divino sería capaz de proporcionarme ese material. (Y eso que el China Market se le parece bastante, pero no era suficiente)

Es más, necesitaba encontrarlo para saber, definitivamente, QUÉ actuación iba a proyectar.
Sin material, todo estaba en el aire.

Ansiedad, que bonita eres.

En el próximo capítulo, más infartitos, el material elegido y -POR FIN- la imagen final!



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